sábado, 13 de abril de 2013

 Había pasado poco tiempo desde que Dani se compró un teléfono móvil nuevo. Quién iba a pensar que se encontraría allí, justo en ese lugar, justo en ese momento, simplemente porque unas semanas atrás se compró un móvil nuevo.
Dos días después de recogerlo de la tienda, le empezaron a llegar mensajes de un número desconocido. Al principio pensó que se habrían equivocado, le podía pasar al cualquiera. Pero después terminó por creer que se trataba de una broma, ya que no dejaban de llegarle mensajes, que obviamente no eran para él.
MENSAJE 1: Ya he terminado el proyecto de biología, no pienses que voy a poner tu nombre porque me lo he tragado todo yo sola.
MENSAJE 2: Venga, ignórame, sabes que llevo razón.
MENSAJE 3: Sé que estás mosqueado por la nota que te han puesto, pero no es mi culpa, deberías haber participado en el proyecto.
MENSAJE 4: No pienses que me voy a sentir culpable simplemente porque ya no me hables.

Mensajes por el estilo seguían llegando cada día. Dani pensó que si aquello fuese una broma, ya se habrían cansado hace tiempo de seguir con lo mismo y ver que ignoraba los mensajes. Volvió a la suposición de que los mensajes fueran para otra persona, y que por error le estaban llegando a él. Un día, decidió responder.

MENSAJE DE DANI PARA DESCONOCIDO: Creo que ha habido un error, te has confundido de número.

La respuesta no tardó en llegar.
MENSAJE DE DESCONOCIDO PARA DANI: Sí, claro, y ahora me tomas por tonta, ¡lo que faltaba!

MENSAJE DE DANI PARA DESCONOCIDO: No te tomo por tonta, ni si quiera te conozco. ¿Podrías dejar de mandarme esos mensajes?

MENSAJE DE DESCONOCIDO PARA DANI:  A mí no me engañas, sé que eres tú. No finjas que no eres tú porque estoy convencidísima de que sí lo eres. Hiciste mal lo del proyecto, ahora acarrea con las consecuencias, pero a mí no me tomes por tonta.

Dani no daba crédito a lo que veían sus ojos. Esa chica era realmente testaruda.

MENSAJE DE DANI A DESCONOCIDO: ¿Cómo puedo demostrarte que no soy quien crees que soy?

MENSAJE DE DESCONOCIDO PARA DANI: ¿Todavía sigues con eso? Está bien, ¿por qué no quedamos en el café de la plaza, mañana a las cinco?

MENSAJE DE DANI PARA DESCONOCIDO: De acuerdo.

Así que ahí estaba Dani, sentado en una de las mesas del café, esperando a que la loca del teléfono llegase y entendiera, por fin, que todo había sido un malentendido.

Por Ellen Hamon :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario