Había
una vez, un circo muy, muy, muy pequeño. Era tan pequeño aquel
circo que hasta cabía en un bolso. Así es, el circo se encontraba
en el interior del bolso de Marina.
Aquel
circo realizaba actuaciones de todo tipo, la gente disfrutaba como
nunca lo habían hecho.
Se
corrió la voz y el circo se hizo en poco tiempo muy famoso. “Es un
circo mágico”, decía la gente.
Había
elefantes, leones, tigres, jirafas, osos... Y toda clase de animales
salvajes. Dante, el dueño del circo, se encargaba de adiestrarlos.
También
había payasos, inquietos y divertidos, siempre haciendo el ridículo
para entretener a la gente.
Carina
realizaba un show especial junto con sus dos hijas. Las tres hacían
acrobacias, saltos espectaculares, coreografías increíbles...
Era
verano, y cada día que pasaba hacía más calor. Marina solía dejar
su bolso abierto para que los habitantes del circo no se
achicharraran. Pero un día, Marina olvidó que allí dentro guardaba
un circo, y cerró su bolso.
Días
después, cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. Horrorizada,
observaba cómo todas las pequeñas criaturas del circo se derretían
dentro de su bolso.
Marina
no volvió a mencionar jamás el tema, nadie volvió a hablar más de
aquel circo mágico. Pronto todos se olvidaron de él, de que algún
día, hace mucho tiempo, existió un circo diminuto, que actuaba
dentro de un bolso...
Por Ellen Hamon :)
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