domingo, 12 de mayo de 2013

Y que todo siga igual



    A veces me despierto, creyendo que nada a cambiado. Creyendo que sigo siendo la misma niña pelirroja, bajita, de ojos azules, pálida y con pecas en la cara. Creyendo que me sigo llamando Saray y que mis padres estarán desayunando en la cocina, como cada mañana; que las calles siguen cubiertas por la nieve de este frío invierno en el que acabamos de entrar; que mi gato seguirá dormido junto al fuego, como cada día; creyendo, que todo sigue igual.
    Cosa que no es cierta. Hace tiempo que el invierno se fue, llevándose consigo al hermoso gatito que solía acurrucarse al lado de la chimenea, ya era muy viejo el pobre; hace tiempo que dejé de vivir con mis padres, y que dejé de ser una niña bajita, he crecido, he madurado...
    A veces me gustaría que todo siguiera igual, que las cosas fueran como cuando era pequeña. Todo era mejor entonces. Por eso, por la noche, cuando me voy adormir, ahora junto a mi marido, después de haber acostado a mis hijos, recuerdo el pasado, sueño con él... Y me despierto pensando que nada ha cambiado, que todo sigue como antes...


    Por Ellen Hamon :)

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